El aumento del comercio electrónico, las limitaciones de la logística y la pandemia pusieron en jaque a las cadenas de suministro en 2021. La presión se ha acentuado en lo que llevamos de 2022 ante el conflicto entre Rusia y Ucrania. Aun así el transporte marítimo ve el futuro con optimismo.
El transporte marítimo es esencial en el comercio y la economía mundiales, un comercio que –si bien su crecimiento sigue una tendencia a la desaceleración– en el primer trimestre de 2022 aumentó alcanzando un nivel récord de 7700 millones de dólares (superior en 1000 millones a la cifra registrada en el primer trimestre de 2021), según datos de la UNCTAD.
En la Unión Europea, el transporte marítimo mueve el 77 % del comercio exterior y el 35 % del comercio intracomunitario, indica la Comisión Europea que añade que en 2019, los buques registrados bajo pabellón de un Estado miembro de la UE representaron el 17,6 % de la flota mundial total medida en tonelaje de peso muerto (DWT). Los puertos europeos manipularon cerca de 4000 millones de toneladas de mercancías en 2019 y se estima que el transporte marítimo en la UE representa alrededor del 80 % del transporte mundial de mercancías y un tercio del comercio dentro de la UE –sin contar el transporte de pasajeros–. En 2019, el peso total de las mercancías transportadas hacia y desde los principales puertos de la UE-27 mediante transporte marítimo de corta distancia (excluido el transporte marítimo de altura) fue de 1800 millones de toneladas.
En España, los 46 puertos de interés general del Estado, que coordina Puertos del Estado, movieron 545 millones de toneladas en 2021, un 5,6 % más que en 2020.
El tráfico de contenedores, cuantificado en TEUs marcó un máximo histórico con 17 712 481 TEUs, +5,5 % respecto a 2020, un hecho que, según Puertos del Estado, refleja “el buen comportamiento de los puertos españoles durante la reciente crisis con motivo del colapso de algunos puertos asiáticos y americanos, y evidencia el estatus alcanzado por España como principal hub del sur de Europa, siendo el primer país Europeo en tráfico de contenedores”.
Sin embargo las empresas consignatarias comienzan a notar que sí se reducen los fletes, si bien no en todas las rutas. Eva Ortiz, directora gerente de Eimskip, explica a Industrias Pesqueras que en el corredor Asia-Europa “la situación marítima se está estabilizando un poco” con un aumento en la carga y una bajada de los fletes, “no mucho pero algo”, matiza. Esto no sucede, no obstante con respecto a EE.UU. y Sudamérica, rutas en las que los fletes siguen siendo altos y no vemos tendencia a la baja sino de mantenimiento e incremento en ciertos casos”. Con relación a la carga reefer, el coste está bajando “sobre todo desde China. Corea y Vietnam mantienen los fletes altos”, indica “pero desde China ya se nota que está bajando”.
“Dado que los volúmenes continúan siendo altos y la capacidad en los puertos sigue experimentando cuellos de botella, se espera que las tarifas de flete se mantengan altas”, indica la Comisión Europea.
En las previsiones futuras, Europa estima que se producirá “un aumento en los volúmenes de transporte para todas las categorías de buques hasta el año 2050, excepto para el transporte de petróleo donde las toneladas-milla se reducirán en más del 30 %. Se prevén los mayores aumentos relativos del comercio para los cargueros de gas natural y los buques portacontenedores”.
Sin embargo, la ONU cree que en el actual contexto económico, con un aumento de las tasas de interés y el incremento de los precios de las materias primas, seguirá generando incertidumbre y es probable, que las previsiones de crecimiento económico sean menores lo cual se verá reflejado en el comercio mundial y, por extensión, en el tráfico marítimo.
Sin embargo otros factores jugarán a favor. Por ejemplo los acuerdos comerciales que han entrado en vigor recientemente como la Asociación Económica Integral Regional y el Área de Libre Comercio Continental Africano.
Fuente: Industrias Pesqueras