Uruguay impulsa un Plan Nacional de Desarrollo de la Pesca para los próximos 20 años

El ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, conjuntamente con la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (DINARA), junto a la FAO e INFOPESCA, presentaron el viernes 21 de noviembre los lineamientos para la construcción del diagnóstico del sector pesquero, que será la base del futuro Plan Nacional de Desarrollo de la Pesca y la Acuicultura, una política pública largamente postergada que busca dar proyección estratégica a una actividad fundamental para la economía, el empleo y la identidad del país.

En el lanzamiento, que coincidió con el Día Mundial de la Pesca, hicieron uso de la palabra el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Alfredo Fratti, la directora de la DINARA Yamilia Olivera, la oficial de pesca de la FAO Alicia Medina, y el oficial de programa FAO Uruguay, Gonzalo Kmaid. Además, contó con la presencia del subsecretario del MGAP, Matías Carámbula.

También se inauguró la muestra “Uruguay y su territorio marítimo. Patrimonio y Pesca”, que combina trabajos de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (DINARA) con fotografías de la docente e investigadora Micaela Trimble. En el cierre, se ofreció a los presentes una degustación de productos del mar elaborada por Paola Ceriani, pescadora artesanal y gastrónoma.

Un sector que necesita planificación a largo plazo

“Se trata de tener una mirada a lo que pretendemos que pase a 20 años”, afirmó el ministro Alfredo Fratti, al anunciar la puesta en marcha del proceso. Subrayó que Uruguay no ha tenido, desde hace 50 años, una política de Estado capaz de ordenar al sector y evitar crisis como las experimentadas recientemente, que afectaron empresas, trabajadores y fuentes de empleo.

Fratti explicó que el plan busca dar continuidad a los compromisos asumidos al inicio de su gestión: otorgar mayor relevancia al área pesquera dentro del MGAP y fortalecer la coordinación interinstitucional. Recordó que la pesca es una actividad estratégica para el país y que su desarrollo debe pensarse en diálogo permanente con trabajadores, armadores, empresas, la academia y las comunidades costeras.

“Podemos tener la voluntad y empezar clavando esta bandera, pero solo va a funcionar si tenemos un compromiso y un acompañamiento importante de quienes tienen los barcos, de los trabajadores y de la comunidad en su conjunto”, remarcó.

También insistió en la importancia de evitar daños irreversibles —como alimentos desperdiciados durante conflictos laborales— que afectan tanto al país como a las poblaciones vulnerables.

En su discurso, agradeció la presencia de representantes de la comunidad marítima, de trabajadores y empresarios del sector, así como de organismos oficiales como la Comisión Técnica Mixta para el Frente Marítimo y su representante, Dr. Alem García, a quien saludó especialmente.

Diversos integrantes del sector pesquero junto a autoridades del MGAP durante el el Día Mundial de la Pesca.

Una nueva etapa para DINARA

La directora de DINARA, Yamilia Olivera, destacó que el diagnóstico que se inicia será la base para construir un plan nacional pesquero y acuícola que trascienda gobiernos y proyecte al país hacia el largo plazo. Subrayó que el proceso será participativo, abierto y sostenido, con la premisa de recoger la visión de todos los actores involucrados.

“Queremos un proceso genuino, con diálogo transparente y con voluntad de alcanzar consensos que permitan avanzar con firmeza y con visión de futuro”, sostuvo. Olivera hizo hincapié en que el país necesita una etapa renovada en la gestión de sus recursos acuáticos y que el sector convive con tensiones históricas, pero también con oportunidades concretas de desarrollo territorial, empleo de calidad, diversificación productiva y modernización institucional.

En Uruguay, entre 3.000 y 4.000 personas trabajan directamente en la pesca y la acuicultura, desde la pesca artesanal hasta la flota industrial y las plantas de procesamiento. A esto se suman miles de empleos indirectos vinculados al transporte, la cadena de frío, la industria naval, los servicios portuarios, la comercialización y la investigación científica.

Una actividad cargada de identidad y memoria

Olivera dedicó parte de su intervención a destacar la dimensión cultural y social de la pesca, una actividad que, además de su aporte económico, sostiene modos de vida transmitidos de generación en generación. Relató una experiencia personal: su práctica como grumete en el atunero El Noni, que le permitió comprender desde adentro el esfuerzo y la resiliencia de quienes trabajan en el mar.

Esa vivencia marcó su perspectiva, especialmente en cuanto a la necesidad de reconocer el rol de las mujeres en el sector. “En la pesca artesanal, en el procesamiento, en la comercialización, en la logística diaria y también en las tareas técnicas y administrativas, las mujeres están presentes y su aporte es indispensable”, afirmó.

Agregó que, hoy, la flota costera cuenta con marineras en formación, futuras patronas y nuevas generaciones que abren camino en un ámbito históricamente masculinizado.

Una política que debe trascender gobiernos

Sobre el final del acto, Olivera retomó la palabra para enfatizar la importancia del momento que atraviesa el sector. Señaló que la construcción de una política de Estado para la pesca y la acuicultura exige responsabilidad y cooperación de todos los actores.

Recordó que Uruguay es un país “con más agua que tierra”, por lo que debe afirmar una mirada estratégica sobre sus recursos marinos y fluviales. La directora anunció, además, una noticia significativa: la aprobación del Fish Fund de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que se incorporará como herramienta estratégica en el proceso.

Este fondo permitirá fortalecer capacidades, modernizar instrumentos y avanzar hacia una pesca sostenible y regulada, en línea con los compromisos internacionales del país.

En el encuentro participaron el ministro Fratti, la directora de la DINARA, Yamilia Olivera; la oficial de pesca de la FAO, Alicia Medina; y el representante de FAO Uruguay, Gonzalo Kmaid.

Patrimonio, conocimiento y futuro

La muestra presentada en paralelo al lanzamiento —organizada con apoyo de equipos de arquitectura y comunicación del MGAP y DINARA— invita a reflexionar sobre la relación profunda entre Uruguay y su territorio marítimo. La selección de fotografías de Trimble retrata a pescadores y pescadoras artesanales de todo el país, quienes mantienen viva una tradición que forma parte de la identidad nacional.

El evento, que combinó reflexión técnica, memoria cultural y gastronomía vinculada al mar, simbolizó la multiplicidad de dimensiones que atraviesan a la pesca: producción, empleo, soberanía alimentaria, ecosistemas, cultura y comunidad.

Fratti llamó a respetar zafras ante los conflictos

El ministro Alfredo Fratti se refirió al último conflicto en la pesca y las pérdidas ocasionadas por la paralización del sector. En ese sentido, afirmó que “Uruguay no se puede dar el lujo de repetir una situación así”, advirtió. “Vamos a trabajar para que no nos vuelva a pasar esto que nos pasó este año. Podemos tener diferencias, pero las zafras son las zafras, no es todo el año, lo mismo y eso también vale para otros sectores, no solo la pesca”, indicó en alusión al sector lácteo.

Agregó que los trabajadores “ tienen todo el derecho cada uno como lo autoriza la Constitución de reclamar por su derecho pero no podemos también en ese tema y lo quiero decir ahora porque es un tema de discusión, no podemos ver tarros de leche derramada cuando tenemos gurises con hambre, alguna vuelta le tenemos que encontrar que esto no nos vuelva a pasar”, indicó.

Señaló que la pesca es una cadena que sostiene empleos directos e indirectos, ingresos para localidades enteras y compromisos comerciales que, cuando se incumplen, “tardan años en recuperarse”.

Fratti llamó a la responsabilidad de todas las partes y remarcó que los conflictos laborales no pueden afectar la producción, porque el daño trasciende lo inmediato. Como ejemplo, mencionó episodios en otros sectores donde, en momentos de tensión sindical, se llegó incluso al derrame de leche, mientras existen “sectores —especialmente niños y adultos mayores— que necesitan esos alimentos todos los días”.

“Defendemos el derecho a la negociación y al reclamo, pero hay límites cuando estamos hablando de alimentos y de actividades estacionales. Si perdemos la zafra, se pierde todo”, concluyó.

“Las zafras son las zafras en todos los rubros, pero no podemos derramar alimentos. El compromiso del Gobierno está, pero no va funcionar sin acompañamiento de los trabajadores, de los que tienen los barcos y de la comunidad en su conjunto”, recalcó el ministro.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *