El World Shipping Council (WSC) ha identificado seis vías regulatorias y económicas para que las naciones de la Organización Marítima Internacional (OMI) de las Naciones Unidas aborden una transición energética marítima “exitosa”.
En junio de este año, la 78ª sesión del Comité de Protección del Medio Marino de la Organización Marítima Internacional (IMO MEPC 78) considerará un mayor desarrollo de la Estrategia de GEI de la OMI.
“No habrá una solución de tecnología de combustible única o simple, ninguna parte única que pueda marcar el ritmo, ninguna regulación única que impulsará el cambio necesario. La realidad será un proceso de desarrollo complejo de múltiples tecnologías y múltiples partes interesadas que debe ser impulsado y respaldado por una serie de regulaciones globales que se refuerzan mutuamente. Los actores marítimos, los proveedores de tecnología, los innovadores de combustible, las organizaciones y los reguladores deberán trabajar juntos para descarbonizar el transporte marítimo de acuerdo con el acuerdo de París”, expone la WSC.
“El transporte marítimo de línea comprende la responsabilidad compartida de las reducciones de GEI en el sector marítimo, y no subestimamos el desafío. Estamos comprometidos con la descarbonización del transporte marítimo y tenemos múltiples ideas y proyectos en preparación. Pero para poder realizar estas inversiones, para asumir los riesgos necesarios, nosotros, y todos los demás actores marítimos, necesitamos un marco normativo que aborde las cuestiones estratégicas clave”, dice John Butler, presidente y director ejecutivo de WSC.
WSC ha identificado seis vías regulatorias y económicas, que espera que la MEPC de la OMI considere para una transición energética marítima.
La primera es un precio global sobre el carbono combinado con programas de “recompra” confiables y de amplia base que nivelen el campo de juego entre los barcos más nuevos con bajas emisiones de GEI y las decenas de miles de barcos que seguirán quemando combustibles convencionales, con el fin de que empresas puedan poner en el agua barcos con cero GEI (gases de efecto invernadero) y operarlos de manera competitiva.
La segunda es un análisis transparente del ciclo de vida de los combustibles, desglosando las emisiones etapa por etapa, combinado con mecanismos regulatorios para incentivar a los pioneros en el uso de combustibles alternativos que ofrecen reducciones significativas de GEI incluso si no están disponibles a partir de fuentes totalmente renovables desde el principio.
La tercera considera un desarrollo integrado de la producción y suministro global de combustibles con cero GEI a través de alianzas entre los estados miembros de la OMI y los proveedores de energía, así como disposiciones regulatorias que permitan flexibilidad en las etapas iniciales de la transición energética, dado que los combustibles con cero GEI no estarán disponibles en el misma hora en todo el mundo.
En cuarto lugar, un Programa de Corredores Verdes para acelerar una transición equitativa de combustible y tecnología, introduciendo barcos y combustibles con cero GEI en las rutas comerciales donde la infraestructura energética necesaria en tierra está disponible por primera vez.
La quinta disposición dice sobre nuevos estándares de construcción que apoyen la transición energética, como exigir que los barcos construidos después de una fecha determinada puedan operar con combustibles sin GEI o no permitir la construcción de barcos que solo puedan operar con combustibles fósiles después de una fecha determinada.
La última propuesta versa sobre que la I+D aplicada a los sistemas a bordo y en tierra que permiten el uso seguro de combustibles con cero emisiones de GEI es necesaria para poner los barcos con cero emisiones en el agua. Para evitar accidentes y activos varados, se necesita un aumento significativo en el nivel de esfuerzo e inversión en I+D para desarrollar las tecnologías necesarias para utilizar los combustibles más prometedores a bordo de los buques transoceánicos.