La ONU se puso en pie para celebrar la aprobación formal del Tratado de Alta Mar, o acuerdo para la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina en áreas fuera de jurisdicción nacional (BBNJ).

El tratado, refrendado por la Conferencia Intergubernamental sobre Biodiversidad Marina de Áreas Fuera de la Jurisdicción Nacional sobre el texto cerrado el pasado mes de marzo, supone la consecución de un “histórico tratado sobre biodiversidad marítima”, señala la ONU. Con todo, el acuerdo no fue unánime: Rusia marcó distancias y Venezuela señaló que su país no es parte de la Convención sobre el Derecho del Mar y, por lo tanto, no está obligado por sus normas.
El texto, como instrumento internacional jurídicamente vinculante en virtud de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982, tiene como objetivo garantizar la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina de áreas fuera de la jurisdicción nacional.
Naciones Unidas y la UE celebran un paso «histórico» para la protección de la biodiversidad
Como medida clave, el Tratado BBNJ establece un procedimiento para establecer áreas marinas protegidas a gran escala en alta mar, con el objetivo de allanar el camino para lograr el 30 % de AMP en alta mar en 2030, meta fijada el pasado mes de diciembre en la Cumbre de Biodiversidad Kunming-Montreal.
Además, el acuerdo establece la distribución de los beneficios de los recursos genéticos marinos y prevé la creación de capacidad y la transferencia de tecnología marina entre las partes y fija reglas claras para realizar evaluaciones de impacto ambiental antes de ejecutar actividades en alta mar como la minería marina.
En materia pesquera, el acuerdo se basa en un principio de no afectar a las competencias de las ORP en la gestión pesquera de alta mar, punto que fue acogido con satisfacción por el sector. Con todo, las áreas fuera de regulación, podrían verse afectadas. En el número de abril de IP abordamos en profundidad las implicaciones para la pesca de gran altura de este tratado en el artículo “El lugar de la pesca en la nueva “constitución” de los océanos”.
El acuerdo entrará en vigor cuando lo ratifiquen 60 partes.
Durante la sesión, António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, señaló que, al actuar para contrarrestar las amenazas al planeta que van más allá de las fronteras nacionales, se pone de manifiesto que “las amenazas globales merecen una acción global, que los países pueden venir juntos, en unidad, por el bien común”. Por ello instó a todos los Estados a firmar y ratificar el acuerdo sin demora.
La Comisión Europea también ha celebrado un acuerdo que califica de “histórico”. “Es una gran victoria para la biodiversidad: un cambio de juego para la protección del océano y el uso sostenible de sus recursos marinos, indicó el comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, alentando a una rápida entrada en vigor. Será cuando lo ratifiquen 60 partes.
Fuente: Industrias Pesqueras