El presidente de la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP), Agustín de la Fuente, participó de la Comisión de Intereses Marítimos de la Cámara de Diputados de la Nación que debatió sobre el sistema de “trazabilidad de la pesca“. Expusieron referentes de todo el país.
“Generalmente, las empresas tienen entre 70 y 80 destinos exportables ya marcados, habilitados por SENASA y por la contraparte”, describió el patagónico. “En materia económica, somos una matriz netamente exportadora. Más del 90% de lo que se produce se exporta. No somos formadores de precios y somos competidores en el mundo, y terminan compitiendo en la misma góndola“, detalló.
Ratificó que actúan en un “mundo que cambió, en cuyos destinos no están consumiendo lo mismo que consumían habitualmente, la realidad no es exportar y después se vende solo. Ese esquema se ha recaído. Está muy deprimido después del inicio de la guerra y quedó retraído después de la pandemia”, mencionó.
Puso en conocimiento de los miembros de la comisión que “son notables los cambios en la forma en que se consume. Antes exportábamos, por ejemplo, langostino en cajas de dos kilos y hoy al consumidor no le es atractivo ese packaging. Quiere un producto más inmediato, más individual, más elaborado“, diferenció.
Destacó que “a partir de la Ley Federal de Pesca hay un techo de pesca en las especies cuotificadas. El espíritu de la ley fue muy claro en la década del 90, ya que la ley nació a partir de la crisis de la merluza; entonces, fue necesario cualificarla y regularla para llegar a recuperar un caladero que hoy nos hace sustentables”, subrayó.
De la Fuente se refirió a la presión fiscal “Cuando miramos la estructura de costos, que son costos directos e indirectos, vemos que tenemos puntos donde debemos mejorar. Tenemos derechos de exportación según el valor agregado que se haga, pero el incentivo al valor agregado es mínimo“, estimó.
“Si miramos cuál es el competidor del langostino, que es el principal recurso pesquero generador de divisas para el país, nos encontramos que no tenemos acuerdo con la Unión Europea y Ecuador, desde 2017, tiene un acuerdo de libre comercio y no paga el 12% de arancel para ingresar sus productos que compiten con nuestro langostino”, enfatizó.
Finalmente, el referente de CAPIP advirtió que “hoy hay muchos productos que están en rojo porque no somos formadores de precios y la ecuación con los costos actuales da negativo. El langostino congelado a bordo está en rojo y no lo podemos levantar“, aseveró.
“Suena bien hablar de valor agregado, pero la mayor carga que tenemos es la inversión laboral, el costo del combustible, el packaging, todos los costos que tenemos hasta llegar con el producto a destino”, reiteró y en tal sentido instó a los legisladores a dar el debate. “Necesitamos una gran reflexión de cómo reestructurar nuestros costos. Somos una matriz productiva que exportamos, regularmente, USD 1.800 millones. Creo que ahí está el gran desafío que tenemos de reducir los costos para poder agregarles valor“, concluyó el referente empresarial.
Participaron, además, De la Fuente en representación de la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP), especialista en temas pesqueros como; Sofía Wöhler, Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CAPECA); Lisandro Belarmini, Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (CEPA); Oscar Poleti, Cámara de Frigoríficos Exportadores de la Pesca (CAFREXPORT); Ángel Navarro, Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU); Mariano Vilar, Sindicato de Conductores Navales (SICONARA); Edgardo Luro, Centro de Patrones y Oficiales Fluviales; Julián Suarez, ex director de Fiscalización y Control Pesquero; Darío Sócrates, Cámara de Armadores de Poteros de la Argentina (CAPA); Fernando Rivera, Cámara de la Industria Pesquera Argentina (CAIPA); Carlos Casella, Cámara Argentina de Armadores de Buques Pesqueros de Altura (CAABPA); Cesar Cicciotti, Unión de Intereses Pesqueros Argentinos (UDIPA); Mariano Pérez y Marcelo González, Asociación para el Desarrollo de la Pesca Argentina (ADPA); Eduardo Román, gerente de CAPeCA.
Fuente: La Opinión Austral