El 28 de Enero de 2000, el Diario La Nación publicaba la siguiente nota – La complicada maniobra para que ingrese el transatlántico de 176 metros de eslora fue todo un espectáculo, pero podría ser el último; Mar del Plata ya proyecta su terminal para cruceros internacionales-

La llegada del crucero de la línea «C» Costa Allegra -una mole blanca de 176 metros de eslora, con casi 1400 personas a bordo- no sólo alteró por unas horas el paisaje de Playa Grande, sino que despertó un viejo sueño en esta ciudad: tener una terminal marítima de cruceros turísticos en la Escollera Norte.
Para muchos, fue el presagio de una buena noticia: a mediados de este año podría abrirse una licitación para construir allí un edificio central y desarrollar las condiciones técnicas para que puedan ingresar grandes barcos, según adelantó ayer a La Nación el administrador del Puerto de Mar del Plata, ingeniero Mario Dell Olio.
La visita del crucero de bandera liberiana -con 580 pasajeros argentinos, 330 brasileños, unos 30 europeos y 440 tripulantes, artistas y personal de servicio-, que seguramente pasaría inadvertida en otros mares, aquí provocó un pequeño revuelo. Es que nunca una nave de estas características había amarrado en Mar del Plata, según informó Dell Olio.
La maniobra de ingreso en la Escollera Norte fue compleja, prueba de que no están dadas todas las condiciones para que éste sea un destino habitual para los cruceros turísticos. Por otro lado, el lugar no está limpio y no es cómodo para que camine la gente.
Sin embargo -para muchos-, ayer se dio el primer paso de un cambio. ¿Qué buscan las autoridades? Generar un nuevo polo de atracción para visitantes de alto nivel adquisitivo, una de las prioridades que se fijó la municipalidad local.
«El proyecto para hacer una terminal marítima está avanzando«, explicó Dell Olio. Según el administrador del Puerto, la provincia de Buenos Aires está a punto de firmar un convenio con la Armada -que tiene jurisdicción sobre la Escollera Norte- para poder hacer uso comercial del lugar.
«La idea es apurar el plan lo más posible y después de mediados de año llamar a licitación -adelantó Dell Olio-. Si logramos darle al lugar un flujo atractivo será una buena forma de dinamizar la economía local», agregó.
Espectáculo en el mar
Otro hecho dio ayer la pauta de que la visita del crucero fue importante para esta ciudad: la Guardia del Mar realizó su tradicional espectáculo para los turistas recién llegados, un show que se destina sólo a ocasiones especiales.
Por otro lado, Mar del Plata se integró a la asociación Surcruise, cuyo objeto es incorporar a los puertos de América latina como destino de turismo internacional.
El Costa Allegra partió de Brasil, pasó por la ciudad de Buenos Aires -donde permaneció dos días- y llegó aquí cerca de las 10. Por la tarde, luego de que los pasajeros hicieron un breve «city tour», se aprestaba a partir hacia Punta del Este, aunque el clima modificó esa intención.

Una visita imponente
El crucero lucía ayer impactante; pintado de blanco, impecable, contrastaba con el color de la arena y un cielo casi sin nubes. Cientos de turistas y curiosos aprovecharon para tomar fotografías. Otros insistieron en visitarlo de punta a punta.
El crucero tiene ocho plantas habilitadas y nueve metros de calado (la parte de la nave que queda bajo el agua), un teatro con capacidad para 500 personas, dos salas de baile y una disco, dos restaurantes, casino y pileta, entre otras comodidades.
Por dentro, la construcción se asemeja a la de un edificio convencional, de muy buen nivel.
«Lo importante aquí es el ambiente que se genera a bordo, que la gente se entretenga y se divierta», dijo a La Nación el presidente de Costa Cruceros, Fillipo Costa.
Y aunque por sus dimensiones el Costa Allegra llamó aquí la atención, según el empresario se trata de uno de los más pequeños de la flota que lidera.
«Este crucero pesa 29.500 toneladas, pero nuestro barco más grande pesa 84.000 toneladas y lleva a 2500 pasajeros», explicó.
Según el empresario, la última vez que la compañía llegó a esta ciudad fue hace siete años. Ahora, el plan es regresar en diciembre próximo: «Sería bueno que, para esa fecha, algunos problemas de estructura estuvieran resueltos porque aún es difícil ingresar con el crucero», opinó.
NOTA DE REDACCIÓN: Fue la primera y la única vez que un crucero de esas características ingreso al Puerto de Mar del Plata.
A través del Decreto 2723/10 de Daniel Scioli se había aprobado el Contrato de Cesión de Uso Oneroso entre el Estado Nacional, representado por el Estado Mayor General de la Armada, y la Provincia, por el cual se cedió una fracción de la Escollera Norte para la creación de una terminal de cruceros. Al mismo tiempo se creó el Consorcio Escollera Norte con el objeto de «administrar» el espacio cedido para operar con cruceros internacionales.

La Terminal de 1600 m2 se construyó, con un costo de 20 millones de pesos, en el año 2013, poco tiempo después y en un estado calamitoso de deterioro fue cedido a la Policía Federal.
En mayo del 2024, a través del Decreto 465/24 el gobernador bonaerense Axel Kicillof dispuso determina la disolución del consorcio que integraban la Provincia de Buenos Aires y la Municipalidad de General Pueyrredón, donde acentuó que «la decisión se tomó por las dificultades técnicas para llevar a cabo el proyecto«.
25 años después de aquella visita, que ocupó las primeras planas de todos los medios, la Escollera Norte y su «Terminal de Crucero» solo funciona como una unidad de la policía federal con vista exclusiva al mar, en jurisdicción de la provincia de Buenos Aires.
Funcionarios provinciales y municipales improvisados y que no funcionaron, pero que le salieron muy caros a los habitantes de la Provincia de Buenos Aires.
Por: informemaritimo.com