Lo dijo Ricardo Martínez, presidente de la Cámara Minera de San Juan, refiriéndose específicamente a los puertos de Buenos Aires, Bahía Blanca y Rosario.

Martinez, se refirió a la necesidad de desarrollar infraestructura ferroviaria y la integración portuaria para garantizar el crecimiento sostenible de la minería del cobre.
«Cuando analizamos los volúmenes que podrían salir desde San Juan y los comparamos con nuestras rutas provinciales y nacionales, es evidente que el transporte ferroviario no es solo una posibilidad, sino una necesidad», afirmó Martínez, y agregó que «actualmente, el costo del transporte ferroviario representa entre un 15% y un 20% del transporte terrestre tradicional en Argentina, lo que lo convierte en una solución estratégica para el sector«.
En cuanto a los volúmenes de producción, el presidente de la Cámara Minera, ejemplifico que con el proyecto Josemaría, se prevé extraer 130.000 toneladas de concentrado anualmente en sus primeros años. Lo hizo en declaraciones al medio Panorama Minero.

«Si lo dividimos por los 30 toneladas que puede cargar cada camión, estamos hablando de más de 4.000 camiones circulando por nuestras rutas solo con este proyecto. Si sumamos otros desarrollos en marcha, la carga sobre la infraestructura vial será insostenible», aseguró.
El dirigente minero también enfatizó la importancia de conectar la producción de cobre con los puertos nacionales, como Rosario, Buenos Aires y Bahía Blanca, integrando el sector minero a la economía del país.
«Si no logramos una integración con los puertos argentinos, la minería seguirá siendo percibida como una actividad aislada. Es fundamental que la población vea los beneficios de la industria en su totalidad, desde la extracción hasta la exportación«.
La explotación de cobre es fundamental para la economía de Chile, ya que representa una parte importante del PIB del país y es uno de sus principales productos de exportación. Según el Anuario de la Minería publicado por Sernageomin, la minería del cobre representó 10,9% del PIB chileno en 2022. Este mineral es la columna vertebral de la economía del país vecino.
Mientras tanto la explotación del cobre, en 2021, en Argentina produjo 21,35 millones de toneladas métricas de cobre., sin embargo podría representar hasta el 21% del cobre producido en Sudamérica para el 2050.
La producción de cobre representa una oportunidad de desarrollo para el país. La Argentina comparte similitudes geológicas con Chile y Perú que son el primer y el segundo productor de cobre del mundo, lo que da cuenta de su potencial. Nadav Rajzman, responsable de Economía y Proveedores de Cámara Argentina de Empresas Mineras, explicó las perspectivas del mineral en una entrevista con el programa Copyright en Radio Led.

“El mundo, hoy en día, tiene un gran desafío que es la transición energética, que está vinculado con la emisión de gases de efecto invernadero y cómo los principales países del mundo, la Unión Europea, Estados Unidos, China, impulsan iniciativas de reemplazar el parque automotor de vehículos a combustión por vehículos eléctricos que utilicen energías renovables. Todo esto va a requerir cobre, porque el vehículo eléctrico requiere mucho más cobre y también por toda la infraestructura que hace falta para esos vehículos, por ejemplo al reemplazar las estaciones de servicio por otras donde se puedan conectar los autos. Esto va a implicar una enorme demanda de cobre en el mundo, en el marco del proceso de electrificación en distintas áreas, no solamente en el sector de la movilidad.”
En cuanto a Argentina, el economista consideró que “compartimos las similitudes geológicas de Chile y Perú, que son el primer y segundo productor de cobre del mundo. Chile está exportando arriba de los 50.000 millones de dólares y Perú alrededor de 40.000 millones de dólares. Para que tengamos una idea, el agro argentino apenas supera los 50.000 millones de dólares. Si alcanzáramos el potencial de lo que muestra hoy Chile se equipararía el agro argentino”.
Comentó además que hay seis proyectos que son los que están más avanzados que podrían iniciar antes del 2030, y muchos más en cartera que podrían ponerse en producción después de esa fecha. En conjunto los proyectos más avanzados superarían los 20.000 millones de dólares en inversiones.
Con información de: «La Nueva» y La Cámara Argentina de Empresas Mineras