El óxido y el olvido parecen querer acallar las voces de quienes aún hoy, a 180 días del quinto aniversario, permanecen desaparecidos. La réplica del Submarino Ara San Juan que está emplazada en la Escollera Norte en un sector aledaño al museo naval allí existente, se está cayendo a pedazos. Literal.
El monumento realizado por integrantes de la Agrupación Santa Isabel, organización social de Comodoro Rivadavia en poco más de una semana y creado para homenajear a las víctimas del naufragio, hoy está en total estado de abandono sin que autoridad alguna de la Base Naval o del propio Consorcio Portuario Regional (quien si bien no tiene su dominio sobre la “Norte”) hagan algo para evitar su destrucción total.
Como se recordará la réplica estuvo casi seis meses esperando en la zona de Punta Mogotes que autorizaran su instalación en un espacio definitivo, ante la negativa en esos momentos (que se mantuvo siempre) de ubicarlo en la propia Base, que fue desde donde partió el “San Juan” con sus 44 malogrados tripulantes.
La estructura de 16 metros de largo, 5,80 metros de alto y 4 metros de ancho , hoy se está despedazando a la vista de todos y especialmente de quienes deberían rendirle homenaje por haber sido la tumba de sus compañeros de armas.
Bueno sería que algunos de los tres astilleros existentes en Mar del Plata, o los tres juntos, sumen esfuerzo y eviten su destrucción total aportando, no solo material para su reparación, sino personal especializado en construcciones navales con conocimiento en la materia para su reparación.
Si se espera que actúe la Armada, quizás lo haga como con la búsqueda del “San Juan” donde no pudo ¿o no quisieron) hallarlo.
No los hagamos desaparecer por segunda vez. Esos “44 corazones de acero” necesitan descansar en paz, sabiendo que nunca se los olvidará.
Por: Miguel Avellaneda