Los exresponsables europeos de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, María Damanaki y Virginijus Sinkevičius, abordan en EUobserver una perspectiva común sobre cómo debe ser el Pacto de los Océanos.
«Pacto de los Océanos de la UE: es hora de que la Comisión sea la responsable de su cumplimiento, no solo la arquitecta». Es el título del artículo de opinión firmado por los excomisarios europeos de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, María Damanaki y Virginijus Sinkevičius, publicado en EUobserver, en el que abordan lecciones de sus mandatos y su perspectiva sobre cómo el futuro Pacto de los Océanos debe responder a las amenazas actuales en un contexto en el que, según señalan en el artículo, «el estado de los mares europeos ha empeorado».
En el escrito, los excomisarios se muestran tajantes contra la pesca de arrastre de fondo ante la nueva oportunidad que abre el Pacto de los Océanos para gestionar la pesquería en áreas marinas protegidas: «La pesca de arrastre de fondo sigue siendo una de las prácticas más destructivas y menos defendibles que se llevan a cabo en zonas designadas no solo para la conservación, sino también para garantizar la salud a largo plazo de la pesca y la supervivencia de los pescadores artesanales de bajo impacto. Un pacto eficaz debe reconocer esta realidad y ofrecer una vía creíble para la eliminación gradual de estas prácticas donde causan mayor daño. Cualquier otra medida debilitaría la credibilidad del pacto en un momento en el que se necesita urgentemente el liderazgo global de la UE«.
Como primeros impulsores de la reforma de la Política Pesquera Común (PPC) y el Plan de Acción Marino de la UE, medidas con las que, según explican, buscaron «establecer una visión para unos mares sanos en el centro de la actividad marítima«, trasladan su reconocimiento a la tensión que enfrenta este mes el comisario actual de la UE de Pesca y los Océanos, Costas Kadis, debido a la cuenta atrás final antes del lanzamiento del Pacto de los Océanos de la UE. «Hemos estado en su misma posición», afirman en el escrito.
Con respecto a las políticas que comenzaron, consideran que supusieron «pasos audaces en su momento» y que «siguen siendo partes esenciales de la base sobre la que debe construirse el pacto actual», pero puntualizan que «las bases por sí solas no son suficientes».
«Más del 90 % de las aguas marinas de la UE se ven afectadas por la sobreexplotación», alertan los excomisarios María Damanaki y Virginijus Sinkevičius
En este sentido, recuerdan que «más del 90 % de las aguas marinas de la UE se ven afectadas por la sobreexplotación. A las presiones tradicionales, como la pesca y el transporte marítimo industriales, se han sumado una lista cada vez mayor de actividades humanas: la explotación de petróleo y gas en alta mar, el desarrollo costero intensivo, la minería de los fondos marinos y la rápida expansión de la infraestructura marina». A ello añaden la amenaza del cambio climático y sus efectos: «Todo esto se desarrolla a medida que el océano se recupera del cambio climático: el aumento de las temperaturas, la acidificación y la desoxigenación amenazan con destruir ecosistemas marinos enteros y las comunidades que dependen de ellos».
Los excomisarios manifiestan que «en el corazón de estas comunidades costeras se encuentran los pescadores, cuyo conocimiento y trabajo diario los convierten en socios indispensables tanto para el mantenimiento de los recursos marinos como para impulsar políticas oceánicas eficaces». Así, enfatizan: «No debemos dejarlos solos frente a estos desafíos, ya que su compromiso es clave para el éxito de cualquier solución duradera».
Así, hablan de que la UE no solo enfrenta «un desafío ambiental«, sino «un desafío económico y social» porque, según señalan, «un océano en mal estado puede poner en peligro las bases del sector de la economía azul y la prosperidad de los ciudadanos europeos, especialmente en las regiones costeras. También es un desafío para la seguridad, un elemento importante en el contexto geopolítico actual».
«La ambición en el papel debe ir acompañada de la rendición de cuentas en la práctica«, dicen María Damanaki y Virginijus Sinkevičius
En esta línea, destacan que el Pacto de los Océanos debe responder a estos retos «con acciones tan enérgicas como las amenazas que enfrentamos». Haciendo memoria de sus mandaros, extraen varias lecciones, entre las que destacan que «la ambición en el papel debe ir acompañada de la rendición de cuentas en la práctica. La PPC y el Plan de Acción Marino contienen los principios y las herramientas necesarios para la gestión marina sostenible». Con todo, reconocen que «no fueron perfectos, especialmente en el ámbito de la aplicación, el control y la ejecución».
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En particular, recalcan que «con demasiada frecuencia, la debilidad del liderazgo y la vacilación política han permitido a los Estados miembros eludir o retrasar la aplicación». De este modo, consideran que «no se puede dejar que los Estados miembros de la UE elijan libremente qué normas seguir» e instan a que «la Comisión asuma el papel de ejecutora, no solo de arquitecta. Esa es la responsabilidad —y la oportunidad— que ahora asume el comisario Kadis«. A lo que añaden: «En ningún otro ámbito esto es más evidente que en las áreas marinas protegidas (AMP), ampliamente reconocidas en la legislación de la UE, pero aún abiertas a prácticas perjudiciales como la pesca de arrastre de fondo en la gran mayoría de los lugares».
«El Pacto debe ir más allá de los marcos anteriores al introducir normas vinculantes para prohibir la pesca de arrastre de fondo en las AMP, con plazos claros y consecuencias reales en caso de incumplimiento», afirman
A su juicio, el próximo Pacto de los Océanos «debe ir más allá de los marcos anteriores al introducir normas vinculantes para prohibir la pesca de arrastre de fondo en las AMP, con plazos claros y consecuencias reales en caso de incumplimiento. No se trata de reescribir el pasado, sino de aprovechar las lecciones aprendidas para finalmente convertir los compromisos en resultados». Y recalcan que, de no regular el arrastre en AMP, se desoiría a la ciudadanía y a la ciencia: «Si el pacto final no aborda problemas claros como la pesca de arrastre de fondo en áreas marinas protegidas, correría el riesgo de desentonar tanto con la opinión pública como con el consenso científico«, reza el artículo.
María Damanaki y Virginijus Sinkevičius consideran que el comisario Costas Kadis«se enfrenta a presiones adicionales que nosotros no tuvimos«, remarcando que «el clima político ha cambiado» y que «las fuerzas populistas han instrumentalizado la política medioambiental, culpando a las normas ecológicas de las dificultades sociales y económicas».
Con todo, ponen en valor que «también hay oportunidades«, porque «la publicación del Pacto de los Océanos, justo antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos en Niza, colocará a Europa en el centro de la agenda oceánica mundial». En este sentido, remarcan que «ante la vacilación de otras grandes potencias, la UE tiene la responsabilidad y la excepcional oportunidad de liderar con el ejemplo» y animan a «combinar nuestras ambiciones con la capacidad regulatoria necesaria para alcanzarlas».
«El Pacto de los Océanos es la mejor oportunidad que la UE tiene en una generación para restablecer nuestra relación con el océano, defender su biodiversidad y apoyar a las comunidades costeras y a los millones de ciudadanos europeos que dependen de unos mares sanos para su futuro»
En el artículo también lanzan una serie de preguntas a las que inmediatamente contestan: «¿Podemos pasar de planes bienintencionados a un progreso ejecutable? ¿Podemos finalmente proteger nuestros mares y la prosperidad de nuestra gente, como hemos prometido desde hace tiempo? Creemos que puede y debe hacerlo. El Pacto de los Océanos es la mejor oportunidad que la UE tiene en una generación para restablecer nuestra relación con el océano, defender su biodiversidad y apoyar a las comunidades costeras y a los millones de ciudadanos europeos que dependen de unos mares sanos para su futuro«.
Los excomisarios trasladan todo su apoyo y experiencia a Costas Kadis en un momento que «exige audacia, no solo en la visión, sino también en la legislación«, señalan. «Es hora de actuar», añaden. «Este año cumplimos 25 años y buscamos 2500 nuevos miembros que nos apoyen para que asuman su responsabilidad en la democracia de la UE. Una UE que funcione depende de un público bien informado: usted», concluyen.
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