Tras pedir que le transfieran la obra de la Autopista Presidente Perón, el gobierno de la provincia de Buenos Aires quiere hacerse cargo de otro proyecto estratégico. Se trata del Canal Magdalena, la hidrovía que, de hacerse, conectaría la navegación marítima con el Río de La Plata.
«Queda claro que este Gobierno Nacional no va a hacer absolutamente nada en beneficio de la soberanía, de la mejora de la competitividad y menos todavía de la obra pública», argumentó Axel Kicillof. Anteriormente, su ministro de Gobierno, Carlos Bianco, había explicado que el Canal Magdalena, entre ahorro y recursos generados, tendría un impacto de 230 millones de dólares.
«Es menos de lo que cuesta hacer el dragado, por lo tanto es una obra que se paga sola», sostuvo el ministro. Kicillof, más tarde, destacó la «importancia que tiene» la construcción, a la luz de «los hechos» que le generaron preocupación».
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Kicillof se refirió. por un lado, de la autorización que se le dio al gobierno de Uruguay para profundizar el ingreso al puerto de Montevideo, una cuestión que que el gobernador bonaerense no objetó de por sí, sino en el contexto de abandono de la preocupación por la infraestructura «del lado argentino».
La segunda es «un contrato, del que nos hemos enterado de manera clandestina, porque no se ha comunicado por completo» y que atiene a Hidrovía, o vía navegable troncal. «Es totalmente oneroso y trágico, conlleva una denuncia que veremos por qué vía jurídica llevamos adelante», adelantó.
Es que, como bien señaló Kicillof, los recursos naturales son administrados por la Provincias, de acuerdo a la constitución nacional. Lamentó, en ese sentido, «tener que enterarnos que se ha firmado un contrato que, además, aumentó los peajes para el Puerto La Plata y redujo para otros, perjudicando a la provincia de Buenos Aires«, y advirtió al gobierno de Javier Milei que «no dejará pasar ese negociado«.