El 30 de octubre de 1983, Raúl Alfonsín fue elegido presidente tras siete años y meses de dictadura militar. En múltiples sentidos, aquella jornada marcó un antes y un después para la historia argentina y su sistema político.
“Agradezco el esfuerzo, porque ha sido la participación de la ciudadanía argentina en su conjunto lo que ha garantizado que este proceso de democratización de los argentinos culminara con éxito”, expresó el Presidente electo.
“Yo les pido que comprendan que iniciamos una nueva etapa en la Argentina. Es necesario, absolutamente necesario que todos comprendamos que este día en el que inauguramos una etapa nueva en la Argentina, inauguramos inauguramos un largo período de paz y de prosperidad y de respeto por la dignidad del hombre y de los argentinos. Este día en que recibimos el saludo alborozado de las democracias del mundo y muy particularmente de las democracias de los países de América Latina, como la de Uruguay, como la de Paraguay. Este día debe ser reconocido por los argentinos, como el día de todos. Acá hemos ido a una elección, hemos ganado, pero no hemos derrotado a nadie, porque todos hemos recuperado nuestros derechos”. Dijo Alfonsín al inicio de su discurso.
Ese día fue el 30 de octubre de 1983 y se convirtió en un momento histórico que se celebraría a partir de entonces, en toda la Argentina. Se trata nada menos que del Día de la Restauración de la Democracia, de la recuperación del Estado de Derecho y el fin definitivo de la última dictadura militar, que se había instaurado el 24 de marzo de 1976, y que dejó 30 mil desaparecidos.
En aquellos comicios de 1983 fue cuando triunfó la fórmula de la Unión Cívica Radical (UCR), la cual estaba conformada por Raúl Alfonsín y Víctor Martínez. Ambos se impusieron frente al peronismo, liderado en aquel momento por Ítalo Luder y Deolindo Felipe Bittel. La UCR obtuvo casi el 52 % de los votos y ganó la presidencia, para escribir un nuevo capítulo en la historia nacional, a partir del 10 de diciembre de ese mismo año.
“Hoy podemos, por lo menos los que vivimos lo que fue la dictadura del 76, apreciar con mayor perspectiva y claridad de dónde salimos. Cuando caminábamos por las calles, veíamos los carros de asalto, los camiones del Ejército poblados de soldados, los Falcon sin patentes, las sirenas por la ciudad de Buenos Aires, los secuestros y las detenciones violentas a plena luz del día”, destacó en un artículo, el político e hijo del expresidente, Ricardo Alfonsín, sobre aquella época y lo que significó el incipiente gobierno de su padre. A partir de ese día, agregó, “ya no habría ni habrá más interruptores (en el gobierno)”.
Y agregó: “Ese 30 de octubre el pueblo volvió a las urnas. La participación fue masiva y nadie quería dejar de votar y de ser protagonista de ese momento histórico. Triunfó Alfonsín y fue la primera vez que el peronismo perdió una elección nacional. Pero más allá de los resultados, el pueblo salió a festejar a las calles de todo el país. Solo en el Obelisco de Buenos Aires, se juntaron un millón y medio de personas”.