Se celebra el Día Internacional del Periodista en homenaje al periodista checo Julius Fucik, ejecutado por el régimen nazi en Berlín el 8 de septiembre de 1943.
En 1958, durante el IV Congreso de la Organización Mundial de Periodistas (OIP), llevado a cabo en Bucarest (Rumania) se estableció el 8 de septiembre como Día Internacional del Periodista en honor y conmemoración al fallecimiento de Julius Fucik, escritor y periodista checoslovaco, que fue ejecutado por los nazis en 1943.
La fecha está destinada a resaltar la importancia de la profesión del periodismo en su labor de buscar la verdad y en defensa de la libertad de expresión.
Es necesario recordar que, en la actualidad, los periodistas siguen siendo objeto de ataques, encarcelamientos, secuestros y asesinatos por ejercer su profesión. Por ello, la importancia de homenajearlos y reconocer el papel que tienen en la sociedad.
Organización Mundial de Periodistas (OIP)
La Organización Mundial de Periodistas (OIP) u Organization Internationale des journalistes (IOJ) se formó en 1946 durante un congreso realizado en Copenhague (Dinamarca) con la fusión de la Federación Internacional de Periodistas y la Federación Internacional de Periodistas de los Países Aliados y libres.
Durante un buen tiempo representó a los periodistas del mundo, sin embargo, como consecuencia de la polarización política reinante durante la Guerra Fría, para el año 1950 se encontraba controlada por los comunistas, por lo que los miembros ajenos a esta ideología decidieron retirarse y relanzar la Federación Internacional de Periodistas en 1952.
Tras la división, la OIP continuaría funcionando hasta mediados de los años 90.
Julius Fucik
Nació el 23 de febrero de 1903 en Praga (Checoslovaquia). Estudio filosofía y en 1921 ingreso en las filas del Partido Comunista. Comenzaría escribiendo artículos teatrales y literarios. Posteriormente, sería redactor de reportajes sociales y culturales publicados en el periódico Rude Pravo y la revista Tvorba, ambos de ideología comunista.
Al pie de la horca
Mientras Fucik se encontraba recluido en la celda 207 de la prisión Pankrác, un guardia de las SS de origen checo que lo llevaba a la celda entabló conversación con él y posteriormente le trajo un lápiz y un papel que no quiso utilizar por temor a que se tratase de una trampa.
Sin embargo, con ellos escribiría hoja por hoja Al pie de la horca. Un reportaje que cuenta sobre las condiciones y vida de la prisión: personas, torturas, salas y sentimientos. Estos escritos serían recopilados y publicados con posterioridad a su muerte.