El 1 de diciembre quedará en la historia de los argentinos por ser una fecha donde distintos eventos afectaron la vida cotidiana de los ciudadanos, el Corralito de Domingo Felipe Cavallo y el alzamiento militar de Villa Martelli.
El 1 de Diciembre de 1988, bajo el gobierno de Raúl Alfonsín comienza el tercer alzamiento carapintada, con epicentro en el Batallón de Arsenales 601, en Villa Martelli, en cuyo predio hoy funciona Tecnópolis.
Villa Martelli, fue más grave que Semana Santa y Monte Caseros, por la cantidad de rebeldes implicados: alrededor de mil oficiales, y porque hubo combates, a diferencia de la guerra de nervios de las ocasiones anteriores.
Además, a los rebeldes se sumaron efectivos de Prefectura. La asonada contó con un nuevo líder en lugar de Aldo Rico: el hasta entonces desconocido coronel Mohamed Alí Seineldín, agregado militar en Panamá.
De origen nacionalista/católico, se sublevó al saber que no podría ascender a general y pidió la cabeza del jefe del Ejército, Dante Caridi. El presidente Raúl Alfonsín estaba en la asunción de su par de México al momento del inicio de la crisis, que se resolvió el 5 de diciembre.
Cinco dìa después de su alzamiento, Seineldín se rindió y pero también se llevó con él a Caridi, que fue reemplazado por Francisco Gassino.
Los enfrentamientos provocados por esa revuelta de corte netamente militar, dejaron tres muertos y más de cuarenta heridos.
EL CORRALITO
Algunos años después, y con la Argentina inmersa en una crisis económica y financiera sin precedentes, El ministro de Economía, Domingo Cavallo, anuncia restricciones para acceder al dinero en los bancos.
En una medida desesperada y sin soluciones para salir de la convertibilidad al que mismo Cavallo había empujado a la economía catalogada como un «milagro Económico» en el gobierno de Carlos Saúl Menem.
El 1 de diciembre de 2021 e intentando salvar el gobierno de Fernando De la Rúa, sin observar la efervescencia social que por entonces se había generalizado en la sociedad argentina, Cavallo, anuncia restricciones para acceder al dinero en los bancos.
Solamente se podrán extraer hasta 250 pesos por semana durante 90 días. La medida es un recurso extremo después de varios días de salida masiva de depósitos. El manotazo de ahogado para tratar de salvar a la agonizante convertibilidad es bautizado como “Corralito”.
La medida solo provocó que subiera el descontento popular, y comenzara la cuenta regresiva hacia los incidentes que terminarán, pocos días después, con el gobierno de De la Rúa, en lo que se conoció como el «diciembre trágico de 2001«