Este martes 5 de septiembre se llevó a cabo la primera reunión entre la Comisión Directiva de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y la Comisión Directiva de la Confederación Argentina de Trabajadores y Empleados de los Hidrocarburos, Energía, Combustibles, Derivados y Afines (CATHEDA) para evaluar el estado del sector transporte y del sistema energético nacional.
La reunión tuvo lugar en la sede de la CATT y se discutieron propuestas para contribuir al crecimiento y desarrollo del país en los ámbitos del transporte, la energía y la infraestructura.
En este contexto, se acordó una agenda de trabajo conjunta con el objetivo de presentar propuestas a los gobiernos nacionales y provinciales, así como a sus poderes legislativos. Se reconoció la importancia «de este momento crítico para el país y se expresó el deseo de aportar conocimientos y recursos humanos capacitados en sectores clave para lograr una Argentina más justa, libre y soberana, con empleo y calidad de vida».
También se hizo énfasis en la «necesidad de debatir sobre la matriz energética y logística del país, así como en la urgencia de diseñar y planificar la infraestructura de transporte a nivel nacional, incluyendo la expansión de rutas y ferrocarriles».
Se destacó la situación precaria de la producción de gas y petróleo en la cuenca neuquina debido a la falta de infraestructura vial y ferroviaria, lo que obstaculiza el desarrollo del país, y se subrayó la importancia de proteger y fortalecer Aerolíneas Argentinas, de promover la industria naval para aprovechar los recursos marítimos del país, así como defender la Hidrovia y promover el desarrollo del corredor bioceánico.
Siguiendo una propuesta previa de CATHEDA en congresos anteriores, se enfatizó la importancia de dar participación a los trabajadores en empresas estratégicas como AYSA e YPF, así como en futuras concesiones hidroeléctricas en el Comahue y se reiteró la necesidad de incluir la voz de los trabajadores organizados en una agenda de Transición Energética.
Finalmente, se acordó de manera unánime rechazar cualquier acto que menoscabe y desprecie al movimiento obrero argentino. Se considera que los planteamientos que atentan contra el valor de los trabajadores y sus organizaciones no contribuyen a la construcción de un país justo, solidario e inclusivo.